Entrevista a innova sobre Digital Signage
Si el cliente es cada vez más tecnológico, ¿no lo deben ser nuestros negocios? El marketing de pantallas aspira a mejorar la experiencia de compra, informar e incentivar la venta: así se aplica una estrategia de ‘digital signage’
Nadie duda del poder de la imagen en movimiento. Miles de pantallas ofrecen, incansables, su contenido, atrapando la atención del consumidor desde todo tipo de establecimientos: según estimación de la empresa Tecnilógica, en 2015 el parque español crecerá el 50%. El marketing de pantallas, o digital signage, quiere ser protagonista de una nueva revolución en la comunicación comercial, la de hoteles y agencias de viajes incluida.
“Se trata de un medio de comunicación de contenidos digitales e interactivos en el punto de venta y en lugares públicos, a través de dispositivos de emisión como pantallas, proyectores, tótems o paneles táctiles”, en definición del Libro blanco digital signage: la cuarta pantalla, de Interactive Advertising Bureau. Buscamos una aproximación menos academicista en la experiencia de Albert Vengut, socio fundador y gerente de Innova Marketing Online: “Sus grandes beneficios son la inmediatez en el lanzamiento del mensaje, que te permite llegar a toda una red de establecimientos asociados o un único negocio al instante. Y, además, con una rentable segmentación, que personaliza el mensaje en función de las necesidades que el cliente puede tener en diferentes lugares y momentos”.
EN EL CONTENIDO ESTÁ LA CLAVE
El éxito del marketing de pantallas –es decir, que se produzca un retorno de la inversión– depende, realmente, del impacto que nuestro contenido tenga en los receptores. Así lo resume Vengut: “Primero debe llamar su atención, luego despertar el interés para, finalmente, impulsar la compra. El mensaje debe ser siempre relevante, servir para mejorar la experiencia del cliente”. Y no acaba ahí: “La interacción debe ser valiosa, dinámica, permitir la interacción y renovarse de una forma periódica”.
“Pensemos en un hotel”, propone Vengut: “Los clientes no buscan la misma información cuando están en la recepción, el restaurante o la piscina que cuando visitan el gimnasio o la zona fitness. Un buen sistema de digital signage va a permitir mejorar su experiencia en cada momento”. Del mismo modo, desde el escaparate de la agencia de viajes, la pantalla puede actuar de reclamo del peatón y, en el interior, convertirse en un soporte de información y apoyo a la venta.
¿QUÉ NECESITO?
“Si compras una pantalla y luego piensas en cómo la vas a utilizar, vas mal”. El primer consejo de Vengut es “tener muy claro para qué va a servir el sistema”. Como segundo paso, y en función de la misión que vamos a asignar a cada pantalla, se deben definir sus características técnicas: de interior o exterior; tamaño en función de la sala que la alberga y uso; si va a ir en un tótem o no; si va a permitir interactuar con el cliente a través de un sistema táctil… El coste por pantalla se mueve en un rango amplísimo: para una pantalla habitual de sala de 40 pulgadas se puede pensar en unos 500 euros de coste, pero un sistema de videowall puede tener un precio tan espectacular como su resultado.
El tercer paso es el montaje del sistema en función de las unidades y número de centros donde se vayan a instalar. También será necesario contar con un servidor, normalmente en la nube, que va a permitir el envío de la información a cada terminal, y un software de gestión del sistema para dar salida a los contenidos que se van a mostrar. Estos dos últimos elementos suelen implicar un contrato de alquiler; el tipo de acuerdos con las empresas proveedoras son muy variados, pero lo más habitual es pagar una cantidad fija por cada pantalla. Unos 20 euros al mes puede servir de precio orientativo.
Es imprescindible que en todo el proceso acompañe a la empresa una firma especializada que, además de la información técnica, pueda asesorar en las opciones más recomendables para cada estrategia y la optimización de costes.
LOS USOS DE LAS PANTALLAS EN EL HOTEL
“Cada hotel debe valorar y establecer su estrategia, pensando que va a trabajar con un canal flexible abierto a diferentes posibilidades”, según Vengut, que detalla los usos más habituales:
Venta de servicios adicionales al cliente. Estratégicamente ubicadas, pueden convertirse en un efectivo vendedor de servicios como restauración, spa, estética, excursiones, instalaciones deportivas, etcétera. Además, las de tipo táctil pueden ofrecer el servicio adicional de reserva y pago.
Mejora de la información. “En muchas de las consultas recurrentes que el cliente plantea, las pantallas pueden suplir la labor del recepcionista. E incluso aportar un valor añadido, por ejemplo, al dar las coordenadas para ubicar exactamente un restaurante o museo”.
Animación. Las pantallas en tótem pueden facilitar la conectividad del cliente con sus redes sociales y convertirlo en un valioso prescriptor.
Señalética. Las de menor tamaño pueden ubicar a los huéspedes y visitantes, aportando información adicional. Por ejemplo, sumando al nombre de un salón de eventos el título de la jornada que celebra una empresa.
Recursos humanos. Ubicadas en zonas comunes, pueden convertirse en un canal de comunicación interna con la plantilla.
LOS USOS EN LAS AGENCIAS DE VIAJE
Fundamentalmente, son dos:
Escaparate. De momento, su uso más común. Ubicadas en él, pueden ofrecer de forma más ordenada, actualizada y con mayor impacto la oferta de la agencia de viajes en sustitución de las tradicionales y confusas hojas informativas.
Interior. Una vez que el cliente espera en la sala de venta, las pantallas pueden ofrecerle información adicional sobre el servicio deseado e incluso servir de soporte para apoyo a la venta del comercial.